La semana pasada, con el fin de aprovechar el poco tiempo que me quedaba de verano, volví a Sotogrande para ver la final de "La copa de Oro" de Hublot y para terminar de brindar por los grandes momentos del verano.
Durante las últimas semanas de agosto las playas se empiezan a vaciar en señal de que ya empieza un nuevo "curso" o "año de trabajo"; las personas se empiezan a ir, los sitios donde habías pasado todas las noches del verano empiezan a quedarse sin ambiente, y aparecen los primeros deseos de que agosto volviera a empezar. La ciencia conoce este fenómeno como "síndrome post vacacional",pero a mi me parece una tontería.
Todo tiene que terminar para que venga otra cosa, y es necesario que el verano acabe para empezar a retomar nuestras vidas, para volver a ver a las personas a las que abandonamos en Julio, y para renovar nuestro armario con algo que, aunque nos duela, tape nuestro codiciado Moreno de playa.
A ninguno nos gusta volver a la realidad, pero que nos cueste y nos duela significa que lo que hemos pasado ha sido un verano maravilloso.
Pero ¿sabéis que?, siempre nos quedarán las canciones del verano, la sensación del aire cuando conducíamos con las ventanas bajadas, el olor de la crema solar y de la sal que se nos quedaba en el cuerpo después de bañarnos; la adrenalina que crecía en nosotros cuando saltábamos desde una roca, el sonido que hacían los caballos al galopar en el polo; pero sobre todo, siempre nos quedarán las fotos.
Las fotos son unos de los mejores recuerdos que una persona puede conservar, ya que mirando esa imagen por muy simple que sea, te acuerdas del momento en el que decidisteis inmortalizaros, la causa, lo que llevabais puesto, donde os dirigíais, de donde veníais, o simplemente, el aburrimiento que teníais en lo alto.
Aquí os dejo algunas de las mejores fotos del verano, no se sí os servirán para pasar el mal trago del mes de septiembre, pero a mi desde luego me darán paciencia para esperar al siguiente.
Muchas gracias verano 2013
